En ocasiones los pequeños gestos producen grandes cambios. El lenguaje por ejemplo es muy efectivo. El lenguaje la manera de expresarnos debe incluir a todos los seres humanos. Las palabras se crean para incluir no para excluir, o bueno así debería ser. La protagonista de este podcast, supongo que pensó algo similar. Eleanor Roosvelt cambio la frase en La declaración Universal de los Derechos Humanos. De decir todos los hombres nacen libres e iguales por, todos los seres humanos, con la que se incluye a las mujeres.
Dale al play y descubre su historia
Evidentemente la vida de Eleanor Roosevelt no es solo el cambio en una frase para hacer un lenguaje inclusivo útil. Es considerada la primera dama del mundo y artífice de la declaración Universal de los Derechos Humanos.
Pero antes de continuar contando la huella de sus pasos en la historia, vamos a situarla en el mundo.
Eleanor nació en Nueva York en 1884 en el seno de una familia adinerada. Siendo aún pequeña, su madre y un hermano murieron de difteria, y poco después también su padre por problemas de alcoholismo. Esto la generó muchos traumas. Eleanor fue educada por tutores privados hasta los 15 años.
Hasta que fue enviada a un internado en Londres. Con la ayuda de la directora, logró vencer su timidez y alcanzar una gran confianza en sí misma. Allí fue donde termino sus estudios, consiguió superar sus traumas y salir reforzada.
Cuando regresó a los Estados Unidos, se encontró en un tren, (casualidades del destino) a su primo lejano, Franklin Delano. Roosevelt, con quien se casó poco después. En un principio los familiares no estaban de acuerdo con el matrimonio, pero acabaron cediendo.
El matrimonio tuvo 6 hijos, cinco de los cuales sobrevivieron hasta la edad adulta: Anna (1906), James (1907), Elliott (1910), Franklin Jr. (1914) y Juan (1916).
El cuidado de la familia no frenó como era habitual, la dedicación de Eleanor a labores sociales y políticas.
Entre tanto su marido iniciaba la carrera hacia la Casa Blanca. Franklin contrajo la polio y quedo postrado en una silla de ruedas.
La historia de Franklin Delano Roosevelt en silla de ruedas merece un paréntesis. Y es que fue posiblemente uno de los mayores secretos en la historia de los presidentes de EEUU. Franklin cuando accedió a la presidencia ya iba en silla de ruedas. Pero el presidente de la nación más poderosa no podía mostrar debilidad e ir en silla de ruedas, podía demostrar flaqueza frente a los enemigos que amenazaban el país.
Muchos historiadores hablan de que la enfermedad cambió a Roosevelt, de arrogante antes de contraer polio a accesible, después. Todo lo que rodea a la silla de ruedas y la poliomielitis del presidente fue todo un misterio nacional.
Este episodio también es considerado como un momento crucial que cambió la actitud de los estadounidenses hacía la polio. Tras asumir la presidencia Franklin D. Roosevelt, en 1933. Creó una comisión para la investigación de la polio y organizó un baile benéfico para recaudar fondos. El evento benéfico tenía el lema «Baila para que otros puedan caminar”
Pero esperar, porque si buscáis en google, imágenes del presidente Franklin en silla de ruedas no existen. El servicio secreto se dedicó a borrar cualquier instantánea que mostrase al presidente de una de las mayores potencias mundiales moviéndose en silla de ruedas. De hecho después de las ruedas de prensa está completamente prohibido hacer fotos de Franklin abandonando el estrado en silla de ruedas.
Os pediría que buscarais fotos de Franklin D. Roosevelt y siempre aparece sentado o apoyado sobre una vaya o sujetado disimuladamente por alguien a su lado. La única foto que se conservó del borrado masivo que realizaba el servicio secreto americano en pro de mostrar al presidente como alguien sano y fuerte, la podéis ver aquí.
Volviendo a la protagonista del podcast…
Eleanor Roosevelt trabajaba como voluntaria en la Cruz Roja Americana y en los hospitales de la Marina durante la Primera Guerra Mundial.
En la década de los felices años 20, participó activamente en la política del Partido Demócrata. Se involucró activamente en los planes de reforma social y ejerció como maestra voluntaria para niños inmigrantes pobres.
Se afilió a la Liga Nacional de Consumidores, ayudando a poner fin a las condiciones laborales inseguras en las fábricas.
Para cuando llegaron a la Casa Blanca como presidente y primera dama, ella ya estaba totalmente involucrada en cuestiones de derechos humanos y de justicia social.
En marzo de 1933, Franklin Delano Roosevelt fue elegido presidente de los Estados Unidos de América.
Como primera dama, Eleanor rediseño el papel tradicional que hasta entonces ejercían las primeras damas. Tenía claro desde el principio del mandato de su marido que no iba a pasar al segundo plano de las primeras damas. Utilizó su puesto para dar proyección a causas sociales y reivindicaciones en favor de los derechos civiles
A lo largo de las legislaturas presidenciales su participación activa fue cada vez más visible en los asuntos que influían en la gestión presidencial de su esposo.
En la época de la Gran Depresión American con el paro subiendo como la espuma. La gente de color sufriendo discriminación y las mujeres luchando por la igualdad. El activismo social que quería practicar le dio mucho trabajo. Se dedicó a recorrer el país hablando abiertamente de los problemas. Eleanor viajó por todos los Estados Unidos, actuando como los ojos y oídos de su esposo.
Alentó a su esposo a designar a más mujeres para cargos de responsabilidad. Por ejemplo, se excluía a las mujeres en las ruedas de prensa de la Casa Blanca. Para acabar con esta discriminación Eleanor celebró cientos de conferencias de prensa para mujeres reporteras. Peleo constantemente para que las opiniones e ideas de las mujeres fueran escuchadas en la Casa Blanca.
También se prodigó en el apoyo de programas financiados por el gobierno para artistas y escritores. Tanto fue su activismo que en 1939, cuando a la cantante afroamericana Marian Anderson no se le permitió actuar en el Constitution Hall por ser negra. Eleanor al más puro estilo, sino no quieres caldo toma dos taza, organizó un recital por todo lo alto en el Lincoln Memorial, ante 75.000 espectadores y con amplia radiodifusión por todo el país.
Durante la 2º Guerra Mundial tuvo un papel importante como primera dama, ayudando a refugiados judíos.
Además, durante más de 25 años Eleanor Roosevelt escribió una columna titulada “Mi día”, para informar acerca de sus actividades y dar a conocer sus opiniones sobre temas sociales y políticos.
Fue una de las primeras damas más activas de la historia y convertida en una líder por derecho propio.
Hasta que Franklin D. Roosevelt el 12 de abril de 1945, sufrió una hemorragia cerebral; y falleció a la edad de 63 años. Después de la muerte del presidente, Eleanor Roosevelt regresó a Nueva York.
Y os puedo asegurar que lo mejor está por llegar porque la ferviente activistas en pro de los derechos civiles no se quedó plácidamente retirada en su mansión de Nueva York.
Durante los años siguientes de salir de la Casa Blanca, se mantuvo involucrada en el Partido Demócrata, dando conferencias y haciendo campaña en favor de los candidatos demócratas, en todo el país. Siendo invitada habitual en programas de radio.
El Presidente Harry Truman, quien había llegado a la Casa Blanca después de la muerte de Franklin Roosevelt la nombró delegada de EEUU en las Naciones Unidas en 1946 apenas 10 meses después de morir su marido.
Como cabeza de la Comisión de Derechos Humanos, jugó un papel decisivo en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Después de multitud de reuniones quejas innumerables de países, enmiendas y más enmiendas a los diferentes borradores el 10 de diciembre de 1948 fue aprobado el borrador definitivo de la Declaración de Derechos humanos. Y ella fue la encargada de presentarla en la Asamblea General de las Naciones Unidas con estas palabras:
“Nos encontramos hoy en el umbral de un gran acontecimiento tanto en la vida de las Naciones Unidas como en la vida de la humanidad. Esta declaración bien puede convertirse en la Carta Magna internacional para todos los hombres en todo lugar”.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un conjunto de leyes que nos hacen iguales y que protegen los derechos básicos que tiene cada uno de nosotros por el mero hecho de existir. Ella fue una de sus impulsoras más destacadas.
Eleanor Roosevelt se dedicó hasta el fin de su vida en conseguir la aceptación de la Declaración de Derechos Humanos a lo largo del mundo. Y así evitar extremismos, discriminaciones e injusticias sociales.
El entonces Presidente Truman la apodó la “Primera Dama del Mundo” por sus logros humanitarios a lo largo de toda su vida.
Está considerada como una de las líderes que más influyentes en el siglo XX.
Desde 1961, a petición del presidente John Kennedy encabezó la primera Comisión Presidencial sobre la Condición de la Mujer.
Formó parte de la Junta de la “Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color” y del “Consejo Asesor para el Cuerpo de Paz”.
A lo largo de su vida, Eleanor Roosevelt publicó 27 libros y escribió más 8.000 columnas tituladas “My day”.
Comprometida toda su vida por el activismo social, reescribiendo el papel tradicional de primera dama de los EEUU. Tras la muerte de su marido, siguió dedicada a la política, formando parte de la redacción de uno de los documentos más valiosos de la humanidad: La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Siempre consideró este documento como uno de sus logros más significativos de su vida. Trabajó hasta el fin de sus días para conseguir la aceptación mundial de los derechos establecidos en la Declaración.
Acuño una frase o se la adjudica la autoría de la siguiente frase, con la que me gustaría acabar. Para ejemplificar su carácter.
“Haz lo que sientas en tu corazón que es lo correcto, ya que se te criticará de todas formas. Se te condenará tanto si lo haces y como si no lo haces».
Llegados hasta aquí amable oyente, ahora os toca a vosotros dejarnos vuestros comentarios, vuestras opiniones o lo que queráis, siempre eso sí… que sea bueno, en espacio de comentarios. Nos llenaría de orgullo y satisfacción que difundáis esta historia. Podéis encontrar todos los podcast en IVOOX, google podcast y Spotify.
Fuente: 100 Mujeres que cambiaron el mundo ed. RBA Molino. Mujeres de Ciencia ed. Nórdica Libros S.L. / Capitán Swing S.L. 101 Grandes Mujeres de la Historia ed. Susaeta Ediciones S.A. https://www.unidosporlosderechoshumanos.mx https://www.mujeresnotables.com foto Roosevelt silla de ruedas https://proceso.hn/