Hay que entender que borrar la información almacenada en un disco duro o en un sistema cualquiera de almacenamiento de información, una tarjeta micro SD, una memoria externa, etc. Es como el borrado de un tatuaje que tenemos en la piel. Existe la posibilidad de borrar completamente o casi lo que tengamos, pero siempre te quedara la duda de si existe alguna posibilidad de hacer visible lo que hemos intentado borrar.
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En los hogares el borrado de información no es algo que genere grandes problemas. Aun así siempre existen motivos para buscar cual es la forma más segura para borrar toda la información. Desde luego destruirla no es algo trivial y hay formas y formas de realizarlo.
En el ámbito doméstico, solamente el polvo puede acabar con nuestro disco duro. Deshacerse definitivamente de él y que no pueda recuperarse información no es una tarea sencilla, si queremos hacerlo bien. Podemos intentar borrar la información de un disco duro, pero a ciertos niveles no podemos asegurar que los datos que ha almacenado no puedan recuperarse.
La manera inmediata que solemos asociar a borrar la información de un disco duro es eliminar los archivos o formatear esa unidad. Cuando hacemos esto, en realidad lo que conseguimos es decirle al sistema operativo que hay espacio libre para rellenar. Pero es probable que la información no se llegue nunca a sobrescribir y sea fácil recuperarla.
Para eliminar definitivamente la información de un disco duro con un formateo, éste debe ser múltiple. Hay que realizar varios formateos seguidos para borrar efectivamente la información que queremos eliminar.
Lo mínimo que debemos formatear un disco duro no demasiado antiguo es dos veces.
A la hora de borrar un disco duro ya sea un portátil o una unidad que vamos a dar a otra persona o vender. Lo normal es hacer uso de las distintas herramientas de formateo existentes. En los diferentes sistemas operativos hay opciones que nos permiten borrar la información con relativa facilidad. Pero no siempre de la manera más segura, por eso es importante asegurarse de como realiza ese borrado.
Por ejemplo en IOS 10 tenemos la utilidad de borrado de discos, en Windows también tenemos aplicaciones que permiten realizar el borrado eligiendo diferentes niveles. Siendo el de 7 pasos el más seguro. Y es el estándar que el departamento de defensa de los EEUU usa como método seguro para borrar contenidos de discos duros.
Pero para tener la certeza de que un disco duro se ha borrado definitivamente. Y podemos quedarnos tranquilos de que nuestra información nunca será recuperada, hay que pasar a métodos físicos.
Si has pensado en sumergir el disco duro que quieres dejar inservible en agua. Por aquello de que es un componente electrónico y no se llevan bien con el agua, olvídate.
El agua puede parecer una buena opción. Pero mojarlo a pesar de ser un componente electrónico, no sirve de mucho. Ya que siempre habrá partes que se podrán recuperar, trasplantándolas a un nuevo disco.
Más suerte podemos correr si es una unidad SD o de memoria flash. En algunos de esos casos, mojar la electrónica sí que puede hacer que sea imposible volver a leer los datos almacenados.
Por eso el fuego es mucho más efectivo. Quemar el disco duro con un fuego intenso y duradero acaba con los platos en disco mecánicos y también con los chips de memoria en el caso de unidades SD o flash.
Un clásico de las técnicas para borrar información de un disco duro, es usar un imán. Al tratarse de almacenamiento magnético, un imán podría dificultar la lectura de información e incluso hacerla desaparecer. Para conseguirlo es mejor abrir el disco duro y dejar los platos al aire y entonces frotar con el imán.
El método clásico del uso de imanes. Sí es cierto que deben de ser muy potentes. Pero frotándolos con ellos tendremos un disco irrecuperable.
Si el imán es suficientemente potente tendremos un disco duro irrecuperable, especialmente si usamos algún desmagnetizador comercial. Pero no es 100% seguro que hayamos eliminado la posibilidad de recuperar la información.
La opción efectiva, la que no admite vuelta atrás es la propia destrucción física.
Para que un disco duro quede realmente inservible y nuestro datos desaparezcan para siempre. La destrucción física es lo único que nos lo puede asegurar si la realizamos de forma correcta. Una buena manera de comenzar es ponerlo en funcionamiento y golpearlo. El daño físico a los platos será más importante, que si lo hiciéramos con el disco duro apagado.
En unidades mecánicas destrozar los platos es la opción ideal. Podemos hacerlo golpeándolos mientras están en funcionamiento o taladrándolos. Eso evitara que empresas especializadas, lleguen a recuperar cualquier tipo de dato.
Si los rayamos o golpeamos, habrá quedado inaccesible.
Es lo mejor, golpearlo hasta hacerlo añicos, o con algún taladro e incluso haber estropeado de forma importante la superficie de los platos con ácido o lijándolos. Esa combinación de taladrado y lijado es definitiva.
La destrucción física de un disco que almacena información que no queremos que sea recuperada es mucho más sencilla con unidades de memoria flash o SSD. En esos casos los golpes destrozarían las celdas de memoria y ya no habría posibilidad de recuperación.
Así que ya sabes si quieres que nunca se llegue a recuperar los datos almacenados en nuestros discos. Cuando vayas a eliminarlo o cuando vayas a quitarlo para sustituirlo. Siempre podrás hacerlo de una de estas formas.