La llegada del WhatsApp ha sido la revolución de las conversaciones con el móvil. Donde quedaron esos tiempos en los que los mensajes costaban dinero… Pero con esta nueva red de mensajera, como es lógico han surgido problemas de seguridad.
En el pasado mes la gente de WhatsApp anuncio que los mensajes ya son oficialmente seguros. Solo emisor y receptor pueden acceder a mensajes, fotos y vídeos enviados a través de la aplicación de mensajería. WhatsApp ha hecho extensible a todos los usuarios el cifrado punto a punto.
El cifrado de extremo a extremo, que es como lo llaman los dueños de WhatsApp. Se activa cuando las dos personas que intervienen en una conversación tienen instalada la última versión de WhatsApp. De este modo, ni siquiera la compañía es capaz de leer los mensajes, porque el descifrado se hace en el móvil de los usuarios y no en sus servidores.
Es decir, si el mensaje se sale de sus cauces habituales, nadie podrá acceder a ellos porque no se dispone de la clave necesaria para descifrarlo. Esto era lo que ocurría, por ejemplo, cuando utilizábamos WhatsApp en una wifi abierta y un hacker con los conocimientos necesarios era capaz de acceder a los mensajes de la conversación.
Por tanto esta actualización no pasarla por alto. Para saber si ambas dos personas de una conversación están con el cifrado de seguridad activo. En la propia conversación aparecerá el mensaje diciendo
“Las llamada y mensajes enviadas en este chat están seguros en el cifrado extremo a extremo”
La facilidad con la que se envían mensajes por WhatsApp hace que sea fácil que bulos corran muy rápido. Alguno de los más destacados en cuanto a la seguridad se refiere, son los que se envían del tipo WhatsApp rojo u oro o cualquier otro color. Todos falsos WhatsApp solo hay uno grande y libre.
Y no lo dudes libre, porque WhatsApp o sus dueños, que es Facebook, han decidido que volverá a ser completamente gratis para siempre.
Las recomendaciones que debes seguir con el uso y disfrute del WhatsApp son:
No enviar nunca en los mensajes números de tarjetas de crédito, pins, cuentas bancarias. Incluyendo mediante fotos. Algo clásico de enviar una foto a alguien con tu cuenta bancaria para realizar un transmite, olvidarlo, siempre entregarlo en mano.
El material “sensible” lejos de los mensajes del WhatsApp. Y cuando hablo de material “sensible” hablo de esos mensajes, que no nos gustaría que nadie más que el que nos acompaña por las noches supiera. Se evitara sufrir problemas de acoso, grooming, etc.
Cuidado al enviar los mensajes. Nos ha pasado a todos y sucede más de lo que gustaría. Evitar las prisas y confirmar que el destinatario es el que queremos. Asegúrate de que envías el mensaje a quien quieres hacerlo, hay confusiones en los destinatarios que pueden ser fatales.
En los Grupos hay que evitar los malos entendidos, utilizar los emoticonos: si algo es una broma indicarlo con el emoticono adecuado. Para evitar malos entendidos.
En el caso de menores, valorar por parte de los padres sin interesa o no que se sepa la ultima hora de conexión visible. Es una forma de proteger la privacidad del menor. Es una forma de control que debemos considerar evitar.
Para hacerlo la ruta en WhatsApp para dejar de mostrar la hora de última conexión es:
Ajustes >Cuenta> Privacidad > Hora de últ. Vez (si no muestras la hora tampoco veras el de los demás)
No abras todos los links que te envíen vía WhatsApp y desconfía de enlaces acortados, para evitar problemas de phishing o entrada de virus al Smartphone. Sobre todo si desconoces quién te lo manda. Ignórales y bloquéales. Y tampoco ficheros.
Cuidado al estar conectado con las redes Wifi que utilizas para enviar mensajes. Si no están debidamente protegidas o son Wifi públicas, un delincuente o persona con malas intenciones podría capturar las conversaciones que intercambias con tus contactos.
Los mensajes en cadena por lo general son bulos, que circulan en WhatsApp. No te creas cualquier mensaje que te envíe un contacto, aunque éste sea de confianza. Contrasta la información, antes de realizar cualquier acción, con otros contactos, en páginas web, etc.
Y una recomendación final que nos puede aliviar de sustos en el futuro. Eliminar el historial de las conversaciones de vez en cuando. Para evitar, que si alguien accede a tu dispositivo móvil, por robo o pérdida, no pueda leer los mensajes y obtener información sobre ti que no deseas que se conozca.