En el podcast 8 Pasos de Mujer hablamos de la figura de Mária Telkes. Pionera de la energía solar y que lucho por las energías renovables mucho antes del advenimiento de Greta Thunberg. La idea de utilizar la energía solar como fuente de energía comienza a principios del siglo XX.
Fue gracias a una mujer adelantada a su tiempo que pensó que el sol era la mejor opción a tener en cuenta como recurso energético., ella fue Maria Telkes una pionera en el campo de la tecnología solar.
La Segunda Guerra Mundial supuso un importante avance en el desarrollo tecnológico, pero el desarrollo de las energías renovables se vio truncado, por la influencia directa de las empresas de combustibles fósiles, que no querían perder dinero. La consecuencia produjo que cualquier avance tecnológico se atacaba con agresivas campañas publicitarias para desprestigiar las energías renovables y captar nuevos clientes.
Con este contexto social, Maria Telkes nació en Budapest, Hungría, en el año 1900. Ya en la escuela secundaria mostro interés por la energía solar. En la Universidad de Budapest se licencio en Fisicoquímica por el año 1925. Trasladándose años después a EEUU a trabajar como biofísica en el hospital de Cleveland Clinic Foundation.
Tras finalizar la primera guerra mundial y con el crac del 29 saco a la luz, de nuevo el grave problema entre la población. Ya que grandes sectores sociales no podían hacer frente al coste del gasoil necesario para calentar los hogares.
Este fue uno de los impulsos más importantes que hizo que Maria investigara, imaginando nuevas formas de conseguir energía. Estuvo doce años trabajado en el hospital Clinic Fundation experimentando con diversas fuentes de energía.
Pasados los años en 1937 se trasladó a Westinghouse Electric para trabajar de ingeniera en el Departamento de Conversión Energética, que tenía como objetivo conseguir transformar la energía termia en eléctrica. Maria desarrollo sus ideas.
Lo que la llevo a empezar a colaborar con el MIT, el instituto tecnológico de Massachusetts. Uniendose al proyecto de energía solar, en el que se desarrollaron nuevas formas de capturar la energía solar. Sus prototipos de un sistema solar de destilación de agua de mar, es decir eliminar sal del agua del mar para hacerla potable con la ayuda del sol, se incluyó en los kits médicos del ejército durante la Segunda Guerra Mundial.
El trabajo de Maria Telkes fue muy fructífero en el MIT. Llegando a diseñar el sistema de calefacción solar de la Casa Solar Dover. Esta casa prototipo, para probar las energías renovables fue diseñada por Maria junto con la arquitecta Eleanor Raymond. Se construyó en 1948 en Dover, Massachusetts, y su coste rondó los 3 millones de dólares (unos 32 mil en la actualidad) que fueron pagados por la escultora Amelia Peabody.
Esta casa fue pionera en ser la única en el mundo diseñada científicamente para que se calentase mediante energía solar.
La vivienda tenia forma de cuña, el aspecto parcia el de una casa cortada por la mitad, de tal manera que fuese lo más eficiente posible para recoger la luz solar. Las ventanas cubrían el primer y segundo piso, todo orientado hacia el sur para recibir de mejor manera la luz solar.
Detrás de los ventanales, Maria Telkes instalo unos colectores solares térmicos conectados a unos paneles de vidrio y metal que absorbían la luz que pasaba a través de las ventanas. Existía un problema de abastecimiento energético los días nublados que Maria solucionó utilizando un material llamado “sal de glauber” un proceso químico mediante la cristalización de una solución de sulfato de sodio decahidratado.
Una vez almacenada la energía se distribuía por la casa con unos ventiladores que expulsaban el aire caliente por medio de tuberías instaladas entre las paredes de la vivienda. Los contenedores de esta sal podían llegar a tener una capacidad de 21 toneladas, esta cifra no era casualidad. Para calcular la cantidad necesaria Maria analizó los datos de la oficina nacional del clima y descubrió que en Boston no había pasado más de 9 días sin sol en los últimos 75 años. Así que calculo que con 21 toneladas de sal bastaría para poder calentar la casa durante unos diez días al año sin necesidad del sol.
Sin embargo el periodo de investigación de casa solar duro apenas 3 años, años en los que la vivienda fue totalmente funcional y donde vivió una familia sin sufrir problemas. Pero se acabó la vivienda al no recibir más fondos para perfeccionar el diseño ni para seguir investigando en las mejoras tecnológicas necesarias en el prototipo de casa experimental.
En 1952 la otorgaron la Society of Women Engineers el premio al reconocimiento de su trabajo, la convirtió en un modelo a seguir para muchas mujeres que querían dedicarse a ciencia.
En 1953 Mária se trasladó a la facultad de ingeniería de la universidad de Nueva York, en donde estableció un laboratorio dedicado exclusivamente a la investigación de la energía solar.
Aquí realizaría numerosos proyectos que supusieron grandes avances tecnológicos como el primer refrigerador termo-electrónico, creo los primeros sistemas de almacenamiento de energía solar y estudio las primeras aplicaciones de los generadores térmicos por energía solar en el espacio.
Llego a recibir subvención de la Fundación Ford para que desarrollase un horno solar que pudiese alcanzar los 200ºC. Pensado para las zonas rurales de EEUU donde no había electricidad y el coste del gas estaba por las nubes.
Su carrera no tuvo frenos y dedico toda su vida a la investigación y al desarrollo de nuevos prototipos tecnológicos con los que aprovechar la energía solar.
Tras décadas dedicada a la investigación en 1995 regreso a su país natal, Hungría, donde paso los últimos años de vida. Siendo reconocida mundialmente llamándola “la reina del Sol” por sus importantes avances en el desarrollo de las tecnologías necesarias para usar de forma eficiente la energía solar.
Y esta fue la pionera de la energía solar, Marta Telkes, quien ya desde principios del pasado siglo inicio los primeros pasos para aprovechar las energías renovables. Ideas que a día de hoy están de completa actualidad pero que por aquel entonces el mundo decidió encaminarse hacia los combustibles fósiles que tanto contaminan el planeta. La duda sin duda que nos queda es que hubiera pasado si en lugar de vivir del zumo de dinosaurio, aquella sociedad hubiera querido decantarse por energías renovables.
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