En el 2º podcast de Pasos de Mujer nos centramos en la figura de Hedy Lamarr, su nombre será extraño que os diga algo, bueno quizás si eres un apasionado del cine es posible que el nombre este retumbando en tu cabeza. Pero fue la inventora de los primeros pasos para el nacimiento del wifi o bluetooth, el medio muy posiblemente que estas usando para escuchar este mismo podcast.
Nuestra protagonista Hedwing Eva Maria Kieslet nació en una familia judía el 9 de noviembre 1914 en Viena. Destacó en el colegio por las grandes capacidades que demostraba fue considerada por los profesores como superdotada. Debido a ello su educación continuaba en casa, criándose entre música del piano que tocaba su madre y que ella misma acabo aprendiendo a tocar a la perfección y la curiosidad sobre la tecnología que su padre fomentaba en ella. Por ejemplo mientras daban paseos por Viena su padre le contaba cómo funcionaban los tranvías.
Llego a la universidad a estudiar ingeniería de telecomunicaciones con tan solo 16 años. Pero su espíritu inquieto la llevo a dejar los estudios y centrarse en su sueño el de ser actriz.
En su carrera como actriz muy rápido seria famosa mundialmente por su primera película, titulada “Éxtasis” Película muy polémica porque era la primera vez que se narraba en el cine un orgasmo femenino y se filmaba el primer desnudo integral en la gran pantalla. Por supuesto escandalizo al Papa Pío XI y Hitler censuro la película ya que estaba protagonizada por una actriz judía.
Su carrera como actriz siguió al alza y se casó con Friedrich Mandl, un importante magnate de la industria armamentística y proveedor del ejército nazi. (Dato clave en su biografía) Era un hombre celoso y controlado, convirtió a nuestra protagonista del podcast en un trofeo obligando a los criados y guardaespaldas a espiarla en todo momento. Incluso trató de hacerse con todas las copias de la película Éxtasis
Harta de la situación y con mucho miedo por la situación política que se estaba viviendo en Europa. En 1937 consiguió escaparse de su marido valiéndose de sus dotes como actriz, haciéndose pasar por una criada.
Consiguió llegar a Francia y pudo divorciarse. Después de esto se trasladó a Londres, donde vivían conocidos de sus padres. Londres supuso un cambio radical para ella, allí conoció a Louis B. Mayer cofundador de los estudios de cine Metro Goldwyn Mayer. El señor Mayer le ofreció un contrato de 125 dólares semanales como actriz, ella lo rechazo por considerarlo insuficiente. Hedwig para conseguir un contrato mejor compro billetes para ir en el mismo transatlántico en el que viajaba Louis B. Mayer destino a Estados Unidos. Y durante el viaje consiguió un contrato mejor, 500 dólares semanales y se rebautizo como Hedy Lamarr. Protagonizo la película Argel convirtiéndose en estrella mundial e historia del cine.
Pese a las largas horas de grabación Hedy no dejaba de imaginar prototipos tecnológicos en su casa. En septiembre de 1940 llego a los oídos de Hedy Lamarr de que un barco con refugiados de la guerra mundial había sido hundido por un torpedo del ejército alemán.
Este acontecimiento a Hedy que tenía un profundo rencor hacia los nazis, la hizo marcarse el objetivo de hacer algo que decantase la balanza en la guerra en favor de los aliados. Y pensó que un torpedo controlado por radio lo conseguiría.
La idea de poder cambiar la trayectoria de los proyectiles desde el barco era revolucionaria y suponía una gran ventaja. El problema que existía era que las frecuencias de radio del barco hasta el torpedo no eran seguras puesto que los enemigos podían interceptarlas fácilmente.
En 1939 la compañía Philco Radio Company saco al mercado un mando que permitía cambiar de emisora de radio a distancia. Hedy se interesó por el aparato e ideo lo siguiente: en lugar de utilizar una única frecuencia de radio para dirigir los torpedos, emplear varias frecuencias de forma constante y sincronizada, al igual que hacia el mando de Philco.
La teoría estaba clara pero Hedy no sabía ponerla en práctica. Hasta que en una de las numerosas fiesta de Hollywood, conoció al pianista George Antheil. Trabajaron juntos en un sistema con en la idea del salto de frecuencia de Hedy. Así que entre los dos se plantearon que si los rollos de las pianolas servían para sincronizarlas y activar las teclas, usar ese mismo sistema para cambiar la frecuencia en un barco y un torpedo.
El sistema que idearon consistía en poner dos pequeños rollos iguales que los de las pianolas uno en el barco y otro en el torpedo. Los rollos empezarían a desplazarse al mismo tiempo y velocidad, de esta manera el barco y un torpedo podrían comunicarse siguiendo el mismo patrón de frecuencia. Además Hedy y Geroge querían que la comunicación se produjese con un patrón de 88 frecuencias diferentes, convirtiéndolo en un sistema de encriptación complicado de descifrar.
La patente se llamó “sistema de comunicación secreto” les fue concedida en agosto de 1942. Justo cuando EEUU dejo de ser un país neutral en la II Guerra Mundial. El invento pintaba bien, incluso el vicepresidente de General Electrics Company, Charles Kettering, se interesó y les proporciono ayuda para diseñar la electrónica del aparato.
El invento se presentó ante la mariana de los EEUU que estaban muy interesados en saber sobre el invento, pero finalmente lo descartaron por considerarlo de difícil aplicación. Pese al desinterés el invento se guardó en una caja fuerte como material de alto secreto durante toda la guerra mundial.
En invento quedo dormido durante muchos años llegando a caducar la patente. Hasta que en 1957 los ingenieros de Sylvania Electronic Systems Division recuperaron el invento y desarrollaron la tecnología necesaria. El primer uso se produjo durante la crisis de los misiles de Cuba en 1962.
A partir de aquí las aplicaciones del sistema ideado por Hedy fueron aumentando tanto para uso militar como civil: drones de vigilancia, navegación por GPS el wifi o Bluetooth.
Para Hedy la faceta de inventora tuvo consecuencias y las películas que la Metro Godem Meyer le daba eran de segunda categoría. En las que se mostraba una imagen centrada en la belleza de Hedy que sirviera para levantar la moral del ejército. Hedy decidida a cambiar el rumbo de su carrera cinematográfica produjo su propia película en 1946 titulada La Extraña Mujer. Algo que no sentó nada bien en la industria del cine, era algo inusual. Hollywood no consideraba bueno que las estrellas se escaparan de su control produciendo sus propias películas. En esto una vez más Hedy se adelantó a su tiempo.
Y esta es la historia de una mujer que ideo los primeros pasos de los sistemas de comunicación como el GPS, Bluetooth o el Wifi que tan imprescindible son en los tiempos actuales. Aunque la sociedad la tardo en reconocer y premiar sus méritos como inventora, lo hizo, quizás algo tarde pero lo hizo. Por ejemplo en Austria Suiza y Alemania, el Día del Inventor se celebra el 9 de noviembre en su honor.
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